Entrevista a Enrique Dans


Hoy en la sección de entrevistas de Tecnocarreteras tenemos el inmenso placer de contar con Enrique Dans, una de las personas más influyentes en el sector de la tecnología de habla hispana, y sin duda, un excelente divulgador que consigue hacer comprensibles las tecnologías más complejas para todos los públicos, ofreciendo siempre una visión razonada y equilibrada de lo que ocurre en la sociedad digital en la que vivimos.

Hemos querido aprovechar la oportunidad para conocer su opinión sobre las novedades de nuestro sector, y su visión de cómo puede evolucionar el mismo en los próximos años, realizando una entrevista organizada en cuatro grandes grupos, que mostramos a continuación:

A) Tecnología en los vehículos:

  • Este año hemos leído en tu blog que has estado presente en el  Salón del Automóvil de Detroit (NAIAS 2013), pudiendo conocer las novedades más destacadas que se han mostrado. ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención, en relación al cada vez más intensivo uso de tecnología en los vehículos?.
    • Aparte de la lógica y progresiva penetración de la tecnología en el automóvil, me llama la atención especialmente la idea de «vehículo conectado», de conexión permanente que convierte al automóvil en un soporte sobre el que instalar aplicaciones, y que una gran parte de la investigación aplicada se dirija hacia el desarrollo de interfaces de voz que permitan interactuar con esas apps de manera razonablemente segura. En ese sentido vamos viendo ya como se apuntan estrategias como las de algunas marcas que pretenden desarrollar o adaptar sus propias apps, un camino siempre limitado, frente a otras que optan por el desarrollo de APIs o plataformas abiertas que tratan de ser atractivas para el programador y dar lugar a un ecosistema de desarrollo. En el fondo, estamos avanzando hacia una idea de localización permanente, que tiene connotaciones de todo tipo: está muy bien tener una conexión permanente que me lee un correo electrónico cuando lo recibo, que se coordina con otros vehículos para construir un mapa de tráfico en tiempo real, o que me permite acceder a mis listas de reproducción en Spotify, pero a ver qué ocurre cuando sea el propio vehículo el que vincule la velocidad a la que circula – tomada directamente de su cuadro de mandos – con su situación geográfica y las limitaciones de la vía para ponerte la correspondiente multa… es solo un ejemplo, pero hay que tener claro que una vez conectado el vehículo de manera permanente a un sistema de información, ese flujo de información puede aplicarse a absolutamente todo.
  • Con respecto a la integración de aplicaciones informáticas en los vehículos, y a la creación de entornos de desarrollo abiertos (como el novedoso Sync de Ford) frente a los tradicionales, o la irrupción de los gigantes tecnológicos como Google, ¿crees que evolucionaremos hacia un modelo donde los propios usuarios sean los que desarrollen la mayor parte de aplicaciones a utilizar en el coche, replicando el éxito de la App Store en el mundo móvil?.
    • Una plataforma de millones de vehículos con distribución y alcance globales son indudablemente un entorno atractivo para el desarrollo, y va a haber múltiples desarrolladores, desde programadores individuales a empresas que manifiesten interés por estar presentes en ese espacio. La apertura progresiva de los sistemas del vehículo, la estandarización del conector OBD-II y la aparición de gadgets que lo explotan en conexión con el smartphone, el desarrollo de entornos y plataformas, y la lógica limitación unidireccional del control de los dispositivos del vehículo suponen una disminución de muchas barreras de entrada, pero aún no veo al usuario final escribiéndose sus propias aplicaciones.

B) Tecnología en las ciudades: Seguridad vs Privacidad

  • Algunas de las tecnologías aplicadas en nuestras carreteras (controles de paso de semáforo en rojo capaces de generar multas automáticamente, sistemas de videovigilancia de uso de carriles reservados o aparcamientos. etcétera) y ciudades han vuelto a poner sobre la mesa el eterno debate entre privacidad y seguridad. ¿Eres partidario de priorizar la seguridad por encima de todo, o te preocupa que vayamos a un escenario similar al «Gran Hermano de Orwell» donde nuestros datos puedan ser usados con fines diferentes a los que se plantearon originalmente?.
    • Todo se puede plantear siempre que se tenga la información adecuada y se haga dentro de los límites del sentido común. Las vías públicas son, como su nombre indica, de todos sus usuarios, y quien les da un mal uso, no se pone en peligro únicamente a sí mismo. Si añadimos una tecnología en la cual ya resultaría realista que todo vehículo hiciese login en la vía pública cada vez que sale de su garaje y logout cuando se mete en otro, e introducimos actores como las compañías de seguros, que ya introducen cajas negras en los vehículos de conductores noveles en los Estados Unidos para condicionar el coste de su póliza a sus hábitos de conducción (y para tranquilidad de sus familiares), parece que caminamos claramente hacia un escenario de mayor control. De ahí a que ese control deba ser utilizado por los gobiernos para espiar a sus ciudadanos, obviamente, va un trecho. Una cosa es buscar la seguridad, y otra vulnerar los derechos fundamentales y redefinir el contrato social.  

C) Coches autónomos

  • En la actualidad vemos cómo se están desarrollando diferentes alternativas para ofrecer una conducción autónoma, desde el modelo de «tren de vehículos» del proyecto Sartre, hasta el coche autónomo integral de Google. ¿Qué línea de innovación te resulta más atractiva, y crees que puede tener un mayor potencial?.
    • Como provocativa, la idea de que la tecnología puede desarrollar herramientas con mejores sensores, más reflejos y mejores protocolos de actuación que el propio ser humano. Es decir, que en igualdad de condiciones, una máquina ve mejor, piensa mejor, actúa más rápido y contempla más escenarios que un humano. Visto así, que un humano esté al volante supone un problema, de manera que en un futuro no muy lejano, el humano que quiera conducir por sí mismo tendrá que afrontar unos elevados pagos en concepto de seguro, que convertirán el hacerlo en un artículo de lujo. A medida que los LiDAR y otras tecnologías van bajando su precio y mejorando sus prestaciones, ese escenario se acerca más. Por otro lado, pensemos que el despliegue comenzará en terrenos como el transporte de mercancías y viajeros, de manera que veremos cómo auténticos ejércitos de camioneros, chóferes y taxistas pierden sus trabajos, con todo lo que ello conlleva. A medida que se desarrolle la conducción autónoma, conducir dejará de ser una actividad que permita a un humano ganarse la vida. Hablamos de un escenario que supone muchos cambios, y no todos son necesariamente buenos para todos los participantes. 
  • En relación con la cuestión anterior, parece claro que muy pronto tendremos la tecnología suficiente para dar un soporte eficaz al vehículo autónomo. Sin embargo, como ocurre en otros escenarios, las implicaciones políticas, legislativas y, en general, operacionales, muchas de ellas no triviales, parecen ir muy por detrás de las tecnológicas. ¿Eres optimista respecto a la solución de todas estas trabas para poder contar con vehículos autónomos en nuestras carreteras en unos pocos años?.
    • La política y la legislación es un resorte que se desoxida rápidamente en función de los intereses económicos. Hay muchas industrias interesadas en un escenario en el que se impongan los vehículos de conducción autónoma, capaces de conducir sin pausa durante todas las horas que sean necesarias y sin ningún tipo de problema sindical y a un coste sensiblemente más bajo. La velocidad con la que una empresa como Google ha sido capaz de obtener la aprobación de normas que permiten la conducción autónoma en varios estados de los Estados Unidos debería darnos una pista sobre la evolución esperada. 

D) Medios sociales y usuarios

  • Para finalizar, me gustaría conocer tu opinión sobre las inmensas posibilidades que ofrece el que los usuarios puedan crear y compartir información de una forma tan sencilla, a través de los medios sociales (facebook, twitter), y si estamos siendo capaces de aprovechar bien esa información. En el sector de las carreteras, a pesar de que existen servicios basados en esta idea, como Tuitrafico o Waze, ¿no tienes la sensación de que todavía no hemos sido capaces de aprovechar el inmenso potencial que nos ofrece tener tal cantidad de generadores de información?.
    • Hablamos de un escenario de notable heterogeneidad, que lleva al uso de numerosas medidas incompletas. Estimar la circulación en una vía determinada puede hacerse en función de la velocidad a la que circula un vehículo cuyo usuario lo transmite mediante su smartphone, pero esa medida no es perfecta ni está exenta de error: si cambio mis planes y aparco en una vía intermedia antes de llegar a mi destino, puedo estar enviando una señal de tráfico pesado o de atasco, y es necesario que otros vehículos que circulan por la misma vía confirmen mi medida. Por otro lado, el sistema se autoalimenta: la comunicación de un atasco detectado en una ruta puede generar otro en una vía alternativa a esta, si un número suficientemente grande de usuarios cambian sus intenciones. No son mecanismos sencillos, y no todo se reduce a ponerlo todo en un entorno rico en información, hay que dotarlo de cierta inteligencia centralizada.