Un sistema que detecta e interpreta las órdenes del cerebro y permite conducir automáticamente un vehículo


Aprovechando la entrevista que hoy mismo realiza El Pais a Raúl Rojas (inventor del Brain Driver, un sistema que permite controlar objetos con el cerebro), queremos hacernos eco de esta interesante tendencia, que busca conseguir una interacción directa de nuestra mente con acciones externas a nuestro organismo.

Raúl Rojas explica de forma muy sencilla en qué consiste el sistema Brain Driver, definiéndolo como un aparato con sensores, que se coloca en la cabeza de los usuarios y permite interpretar las ondas cerebrales para ejecutar las acciones deseadas, como mover un automóvil o una silla de ruedas. Hace ya unos meses que en esta misma página dimos a conocer la aplicación de este invento en los vehículos, con un sistema denominado AutoNomos, el coche que se conduce con la mente.

Sin duda, esta línea de investigación cerebral está ofreciendo en los últimos tiempos grandes avances, y alrededor de la misma se están formando diferentes empresas que pretenden ofrecer nuevos productos al mercado, y contribuir al desarrollo de esta nueva industria, que todavía está en sus primeras fases. En Tecnocarreteras hemos hablado de numerosos proyectos que van en esta línea (como el de Electrodos conectados al cerebro para evitar accidentes de tráfico), y en España contamos con empresas punteras en la investigación y uso de esta tecnología, como BitBrain.

Los sistemas referenciados se basan en el uso de la técnica conocida como electroencefalografía (EGG), una técnica bastante económica, y no invasiva, que es capaz de conocer parte de la actividad cerebral generada por una persona, y de esta forma dar una información que luego debe ser interpretada en función de lo que se desea.

Además del uso de este tipo de sistemas para controlar equipos o vehículos, en la actualidad la mayor aplicación práctica de este innovador sistema es para el uso de prótesis inteligentes, que permiten a quien se las implanta el poder controlar sus extremidades artificiales con la mente, de una forma muy similar a cómo controla sus extremidades naturales. Sin duda, un paso muy importante, que puede ofrecer una autonomía mucho más elevada a todas aquellas personas que han sufrido alguna amputación.