Problemas que pueden surgir con la carga de vehículos eléctricos si se populariza su uso al máximo


Un interesante artículo en la web del MIT Technology Review se plantea un interrogante que no se suele tener en cuenta, pero puede ser crítico para la expansión de los vehículos eléctricos: ¿Qué pasaría si se produce en los próximos años la gran demanda de vehículos eléctricos pronosticada (aunque de momento incumplida) siendo que la capacidad de generación de electricidad dificilmente aumentará tan rápido como para cubrir las necesidades previstas?.

A medio plazo, parece obvio que la capacidad eléctrica se ajustará sin problemas a la demanda adicional surgida, pero mientras eso ocurre, los autores se plantean cómo sería posible cargar todos los vehículos que pueden aparecer en nuestras ciudades en caso de que realmente se popularice el uso del coche eléctrico.

Partiendo de la base de que no se puedan cargar todos los vehículos por la noche, que es cuando previsiblemente los propietarios de los mismos los pondrían a la carga para poder tenerlos listos por la mañana, varios investigadores de la Universidad de Sychuan en China han analizado diferentes alternativas para cargar el máximo número posible de vehículos, con las interrupciones mínimas.

Dos opciones que han descartado, porque en la práctica no funcionan eficazmente, son las de cargar primero los coches que antes se conecten a la red, y la de establecer un método circular en el que todos los vehícuos que requieran una carga la reciban de forma cíclica durante cinco minutos. Estas opciones podrían fallar hasta en escenarios donde la red eléctrica tuviera exceso de potencia con respecto a las necesidades de los vehículos.

La investigación seguida en la Universidad de China ha llegado a la conclusión de que el método óptimo se consigue cuando los usuarios ofrecen información acerca del uso que van a realizar del vehículo y sus planes, de forma que el sistema sea capaz de diseñar un algortimo que garantice que cada vehículo tendrá la carga suficiente para cada trayecto que realice.

Este sistema que, sin duda, optimiza al máximo las cargas necesarias tiene el problema implícito de que depende por completo de la honestidad que puedan tener los usuarios, y de la exactitud de sus indicaciones.

Parece que la solución para un problema como éste finalmente no pueda ser la óptima, ya que no estaría garantizada, y habría que recurrir a modelos menos eficientes en la teoría, pero quizás más seguros en la práctica. Lo que sí que parece claro es que es necesario tener en cuenta la necesidad de carga eléctrica que puede suponer un boom de este tipo de vehículos, antes de que se produzca, para evitar problemas a posteriori.