Un poco de historia sobre las barreras de seguridad de las carreteras


Nuestras carreteras cuentan con diferentes elementos de seguridad, entre los que cuáles sin duda destaca uno por su visibilidad y por su evidente utilidad: las barreras de seguridad.

Las barreras de seguridad impiden, o mitigan en la medida de lo posible, que un vehículo salga de la calzada, ya sea fuera de la plataforma o bien a la calzada contigua, evitando así accidentes graves por invasión del carril contrario. Son muchos los tipos existentes de barreras de seguridad, y cada vez son más sofisticados y están enfocados a todos los usuarios de la carretera, sobretodo con los últimos avances hechos en materia de seguridad para motoristas, pero sin duda hay uno que destaca por su robustez sobre el resto: las barreras New Jersey.

Las barreras New Jersey son estructuras rígidas de hormigón armado. Actualmente son prefabricadas y se colocan sobre la vía en la que serán utilizadas, pero antes de extenderse esta técnica, estas barreras se construían mediante la técnica de encofrado en la misma vía donde debían realizar su función.

Hoy en día, podemos encontrar aún la primera barrera de este tipo que se construyó en España. Esta barrera de perfil New Jersey se construyó cuando se realizó el primer desdoble de la N-IV, a la salida de Madrid, hacia el año 1970, y contaba con una longitud aproximada de 30 kilómetros. Si bien en la mayor parte del recorrido de esta carretera en su tramo inicial la barrera ha desaparecido, principalmente debido a las sucesivas ampliaciones y cambios sobre el rasante de la vía, podemos encontrar aún restos de la barrera original en uno de los antiguos tramos de la N-IV, hoy M-305, que discurre por la Cuesta de la Reina hacia el puente largo del Jarama y Aranjuez.

Sin duda, un trocito de historia de nuestras carreteras, testigo mudo de su evolución.