Crean un protector de guardarraíles a base de residuos de posidonia oceánica


La posidonia oceánica es una planta acuática endémica del Mar Mediterráneo que puebla buena parte de nuestro litoral en forma de praderas y que posee un alto valor ecológico por defender el lecho frente a procesos erosivos y servir de hogar a distintas especies animales. La posidonia se considera un bioindicador de la calidad de las aguas marinas costeras. Investigadores de la Universidad de Alicante han desarrollado un protector de guardarraíles a partir de residuos de posidonia oceánica, con el fin de minimizar el riesgo de las lesiones en las carreteras.

Los protectores de guardarraíles son elementos que se instalan en los soportes de las biondas para tratar de evitar los daños graves que pueden producirse al impactar las personas contra ellos tras un accidente, especialmente los motoristas. La forma y material de estos soportes, en caso de no estar protegidos, pueden provocar cortes, amputaciones y desgarros cuando colisiona directamente contra ellos el cuerpo de una persona.

Dentro del Grupo de Tecnología de Materiales y Territorio de la Universdidad de Alicante han desarrollado una tecnología que utiliza residuos de posidonia para crear protectores de estos soportes que permiten absorber y disipar gran parte de la energía cinética que se produce en un choque y evitar esas graves lesiones a los accidentados.

El protector está compuesto de residuos de posidonia y de conglomerantes orgánicos o inorgánicos hidráulicos. Su fabricación se realiza amasando previamente los componentes en seco, residuo y conglomerante, para posteriormente añadirle el agua y prolongar su amasado. Después se introduce la mezcla en un molde hasta que se compacta. Tras desmoldar la pieza se espera a que se seque a temperatura ambiente.

En la mezcla pueden añadir colorantes compatibles con el conglomerante para poder dotar al protector del color deseado en función de las necesidades de señalización y del entorno de la vía.

Los ensayos realizados son satisfactorios y han calculado que el material es capaz de absorber el impacto de un cuerpo de 75 Kg. que golpease contra el soporte a una velocidad aproximada de 38 Km/h.

Este sistema se convierte en una alternativa para aprovechar un material de desecho y reducir los costes en la fabricación de protectores de barreras biondas a la vez que se favorece el medio ambiente.