Usando supercondensadores de grafeno para almacenar energía de las frenadas en vehículos eléctricos


El principal empeño de los fabricantes de vehículos eléctricos es diseñar automóviles con una buena relación autonomía-precio. El desarrollo continuo de mejores baterías de iones de litio (Li-Ion), está permitiendo ofrecer a los usuarios finales mayores prestaciones a precios razonables. Una forma de mejorar la eficiencia de los vehículos eléctricos es recuperar y reutilizar la energía que se pierde cuando se hace actuar el sistema de frenos para reducir la velocidad del vehículo.

El problema es que el proceso de frenado apenas dura unos pocos segundos y la cantidad de energía a transformar (energía cinética en energía eléctrica) está limitada por la capacidad de las baterías a absorber esta energía. Sabemos que las baterías de Li-Ion requieren de varios minutos e incluso horas para cargarse.

Para tratar de solventar este problema muchos fabricantes han experimentado con supercondensadores, unos dispositivos electroquímicos capaces de almacenar y proporcionar energía de manera muy rápida. Sin embargo estos elementos también tienen sus pegas: No permiten almacenar grandes cantidades de energía y su uso continuado, es decir el flujo de carga y descarga muchas veces repetido, acaba por desgastarlos, haciendo que no sean muy útiles para un sistema que debe ser empleado miles de veces en la vida de un automóvil.

Científicos del Gwangju Institute of Science and Technology en Corea del Sur, están trabajando en el desarrollo de supercondensadores de grafeno de alto rendimiento capaces de almacenar casi tanta energía como una batería de Li-Ion y que pueden cargarse y descargarse en segundos manteniendo una larga vida útil durante decenas de miles de ciclos de carga.

Según sus experimentos, estos supercondensadores pueden cargarse por completo en tan sólo 16 segundos y la repetición de esta operación durante diez mil veces no produce una reducción significativa de su capacidad, unos valores no conocidos hasta el momento. Por ello creen que el uso de estos supercondensadores de grafeno se puede aplicar para la fabricación en un futuro próximo de vehículos eléctricos.