Dos novedosas propuestas basadas en cambiar el color de las carreteras


Hasta la fecha, las novedades que hemos ido conociendo relacionadas con la pintura/color de elementos de la carretera, han estado relacionadas con las marcas viales, como las marcas que cambian de color con la temperatura, o las que sólo son visibles en una dirección.

Sin embargo, investigando por la red hemos llegado a dos novedosas propuestas que plantean el uso de diferentes colores en toda la carretera, para conseguir unos interesantes objetivos:

  • Propuesta 1: 
    • Formulada por el Premio Nobel de Física Steven Chu, se basa en pintar de color blanco aquellas grandes superficies expuestas al sol, como por ejemplo las carreteras y los edificios, con el objetivo de reflejar la luz solar y reducir el calentamiento del planeta. Como bien es sabido los colores oscuros absorven la luz solar de manera mucho más acentuada que los colores claros, y el científico asegura que, según sus cálculos, esta medida podría reducir las emisiones de CO2 drásticamente, de manera equivalente a lo que resultaría de prohibir la circulación de todos los coches del mundo durante 11 años.
      • Para solucionar el problema de que los conductores podrían ser deslumbrados con una carretera pintada de blanco, plantea que una solución más viable sería que las carreteras tuvieran un tono como el del cemento (que evitaría esos deslumbramientos y seguiría sirviendo para reflejar la luz del sol), mientras que los edificios mantuvieran el color blanco indicado.
  • Propuesta 2:
    • En Abu Dhabi están empezando a pintar sus carreteras en distintos colores dependiendo del límite de velocidad establecido en cada tramo. La idea es que los conductores sepan en todo momento qué velocidad está limitada en el tramo por el que circulan. Una señal de limitación es posible que se pase por alto o que no se recuerde, sin embargo, circular por un tramo de vía de un color asociado a un límite determinado hace que siempre seamos conscientes de qué velocidad no debemos superar al circular por él.

Dos propuestas que resultan muy curiosas porque representan una modificación estética (y por lo que vemos funcional) muy importante con respecto a lo que estamos acostumbrados. Lo que sí que parece claro es que a medio plazo, las grandes infraestructuras que conforman las carreteras serán utilizadas no sólo para que circulen los vehículos por ellas, sino para otros fines, como generar energía.