Sensores de aparcamiento, funcionamiento y tipos


El uso de sensores, para obtener información de interés de todo tipo (temperatura, estado de la calzada, proximidad a objetos), y transmitirla a los conductores o pasajeros, está siendo uno de los campos más explotados de los últimos tiempos, integrándolos para ofrecer sistemas innovadores que permitan mejorar la seguridad vial de los conductores.
En Tecnocarreteras hemos visto numerosas aplicaciones de los sensores, para detectar y transmitir información muy variada:
    -> Parking inteligente basado en sensores que detectan la presencia de vehículos (I y II).
    -> Sensores ópticos para conocer el estado de la carretera
    -> Proyecto Intro de mejora de carreteras que combina la información recibida de sensores con su tratamiento automático
    -> Detección de niebla de forma automatizada.
    -> Sensor de detección de hielo

Hoy nos vamos a centrar en explicar uno de los elementos que cada día están siendo más demandado al adquirir un nuevo vehículo: Los sensores de aparcamiento. Estos sensores están destinados a informar al conductor, mediante una señal acústica o visual, de la cercanía de un obstáculo, comenzando su activación cuando el vehículo se encuentra a una distancia inferior a 30 cms. del obstáculo.

Las versiones acústicas de estos sensores, constan de un pitido que se hace continuo cuando el vehículo está junto al obstáculo, mientras que los sistemas ópticos muestran de forma visual (mediante gráficos en la pantalla del vehículo) la distancia real al obstáculo.
Como vemos en la wikipedia, en la actualidad existen dos tipos de sistemas de aparcamiento

  • Sistemas que funcionan con sensores de ultrasonidos integrados en los parachoques: Los sensores envían y reciben señales de ultrasonidos y envían los datos recibidos al vehículo para que sean procesados y calcule la distancia al objeto. Se diferencia entre sistemas de 2, 4 y 6 canales, o sensores circulares insertados y pintados con el mismo color que su entorno. Cuantos más sensores más precisa será la medición resultante de todos ellos, si bien, como es evidente, un vehículo más ancho precisará de más sensores que uno estrecho. El campo de aplicación de este sistema se ha incrementado y actualmente llegan a estar operativos a una velocidad de 20 km/h para la medición de la distancia al vehículo anterior en situaciones de atascos de tráfico en las que se circule a una velocidad limitada. Una de sus ventajas es que pueden ser instalados en el vehículo después de su adquisición.
  • Sistemas basados en radar, que tienen el mismo principio de medición que los de ultrasonidos, pero usando señales de radar. La ventaja es que no se necesitan sensores adicionales, con lo cual:
    • Conlleva un ahorro de costes, complejidad técnica y peso, ya que todos los componentes necesarios están incluidos en el regulador automático de distancia.
    • No son necesarios sensores en el parachoques pues el radar funciona a través de este.
    • El sistema es inmune a fuentes de señales ultrasonicas externas.
    • No todo son ventajas en este sistema, ya que en situaciones de mucha lluvia, este tipo de sensores puede en ocasiones reconocer la lluvia que cae al parachoques como un obstáculo, con la consiguiente molestia.