Un estudio del MIT concluye que el uso de pavimentos más rígidos puede representar un importante ahorro para los conductores


Uno de los últimos estudios realizados en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) demuestra que el uso de pavimentos más rígidos que los utilizados en la actualidad podría reducir el gasto en combustible de los vehículos en hasta un tres por ciento, lo que representaría un importante ahorro para la población.

Esta disminución del combustible llevaría asociada otra importante ventaja, la reducción en la emisión de CO2 de los vehículos en la misma proporción, lo que representaría una importante mejora ambiental.

Para conseguir obtener estas conclusiones, por primera vez se ha utilizado un complejo modelado matemático, creado ad-hoc (en el que se han tenido en cuenta las diferentes variables que afectan al comportamiento mecánico real de los pavimentos bajo carga), que ha permitido complementar los experimentos viales habituales, basados en la observación y estimación, para obtener unos resultados más precisos.

Estos estudios han permitido comprobar algo que parece lógico, cuanto menos rígido o más imperfecciones tiene el pavimento, se disipa una mayor cantidad de energía, y el vehículo requiere un mayor esfuerzo para avanzar, lo que repercute en un aumento del combustible gastado. Para entender el concepto, podemos tomar el mismo ejemplo que utilizan en el MIT, comparando la deformación bajo las ruedas con lo que ocurre cuando caminamos descalzos por la playa, donde nos cuesta mucho más andar (e es decir, gastamos más energía) que sobre una superficie más rígida).

Lo que ha conseguido poner en valor este estudio es la importancia de aumentar la rigidez de los pavimentos actuales, aspecto que hasta la fecha no se creía que compensara el sobrecoste de estos materiales. Los investigadores de Massachusetts están convencidos de que el ahorro que supondría para los conductores el uso de estos materiales recuperaría muy pronto el coste extra inicial, y conseguiría reducir la huella ambiental en el tiempo, aspecto especialmente importante.

En definitiva, se trata, como bien indican los investigadores, de conseguir unas infraestructuras más sostenibles, y fundamentalmente de lograr que este factor se tenga muy presente en el diseño de nuevas carreteras, al igual que se tienen otros factores como el coste, la seguridad o la calidad.