Una sencilla innovación que va a facilitar enormemente la reparación de los semáforos


Los semáforos se han convertido, desde hace mucho tiempo, en un elemento imprescindible para gestionar el tráfico en las ciudades, pero los modelos implantados en la actualidad tienen el inconveniente de que cuando sufren cualquier problema, su reparación no es trivial, ya que los operarios necesitan contar con grúas que les permitan llegar a la zona superior del semáforo, para arreglar las fuentes luminosas.

Esta acción hace que para reparar un semáforo sea necesario contar con personal y medios materiales no habituales, como las grúas, lo que generalmente lleva asociado un tiempo considerable, donde se pone el riesgo la seguridad de las vías controladas previamente por esos semáforos.

Para solucionar este problema, científicos de la Universidad de Granada acaban de presentar un nuevo modelo de semáforo diseñado, que tiene la ventaja de tener las fuentes luminosas en la base, lo que permite que un sólo operario, de forma rápida y sencilla, pueda sustituirlas en cualquier momento, causando una molestia mucho menor a los usuarios de la vía.

En este nuevo diseño, las fuentes luminosas se colocan en la base, donde las minilentes concentran la luz de los led en la entrada de la fibra óptica empleada para subir la luz hasta la zona superior del semáforo.

Además, este nuevo diseño de semáforo es enormemente resistente, gracias a la propiedad de la fibra óptica, y permite la actualización de los semáforos ya implantados, introduciendo la fibra óptica dentro de los semáforos actuales hasta llegar a los discos colocados.

Una solución mucho más eficaz y útil, que sin duda evitará muchas molestias a los conductores.