Vigo apuesta por el uso de turborotondas para mejorar la seguridad en sus calles


Con el objetivo de mejorar la seguridad vial, en Vigo se está apostando por convertir las rotondas existentes en la ciudad en turborotondas (o turboglorietas), de uso menos habitual en nuestro país, pero que presenta algunas ventajas con respecto a las rotondas tradicionales.

La turboglorieta es un diseño que surge en Holanda, con el objetivo de separar los tráficos según el el destino desde que el vehículo se introduce en la rotonda para evitar las colisiones laterales. Es decir, se trata de rotondas que presentan una isleta central de forma no circular, y que canalizan el tráfico en las entradas y a lo largo de la calzada anular según el destino. Una de sus novedades es que no cuenta con carril exterior, causante de muchos problemas en las rotondas tradicionales, y que por tanto el propio carril guía al conductor desde la entrada a la salida.

De esta forma, disminuyen la conflictividad y aumentan la capacidad de las mismas, aunque es necesario que los conductores se habitúen a su uso, y a sus particularidades, entre otras que sus carriles son más estrechos.

La turboglorieta que se implantará en esta ocasión en Vigo, tras las de Castrelos y Gran vía, cuenta con la dificultad añadida de tener seis salidas y tres carriles de circulación, lo que lo había convertido hasta la fecha, en su modo rotonda tradicional, en un punto muy conflictivo y peligroso.

Esperemos que la implantación de la turboglorieta consiga reducir el riesgo en la zona, y evite el alto número de accidentes que se han venido produciendo hasta la fecha.