Tecnología en las intersecciones problemáticas de las ciudades para reducir el número de accidentes


Para poder mejorar la seguridad en las ciudades, el primer aspecto necesario es conocer dónde se producen los accidentes, y si hay alguna zona especialmente problemática (lo que en carreteras se conoce como «puntos negros»).

Una vez que tenemos esa información, es imprescindible tratar de conocer el motivo que ocasiona la peligrosidad en esos puntos negros, para poder tomar las medidas oportunas.

En Boston, para solucionar el problema de una intersección que causaba un importante número de accidentes, han colocado diferentes cámaras y sensores, que unidos a algoritmos desarrollados para evaluar posibles comportamientos peligrosos, envían toda la información en tiempo real a un sistema de control.

La idea es no sólo evaluar los potenciales peligros y por qué ocurren, sino también poder comprobar si las medidas que se van tomando funcionan de manera eficaz, no sólo evitando accidentes ya contabilizados, sino también potenciales situaciones de peligro. El sistema permite registrar y clasificar eventos que desencadenan un peligro (por ejemplo, coche a una mayor velocidad de lo permitido que se acerca a la vez que una bicicleta), y poder organizar en función de su peligrosidad.

Parece claro que contar con esta información ofrecerá un mayor control a los responsables de la ciudad, y facilitará la toma de medidas, al poder actuar sobre los aspectos que realmente están ocasionando los accidentes.