Tecnología que permite modelar y escuchar el ruido que ocasionaría el tráfico de una nueva carretera


Siempre que se trabaja en la construcción de nuevas vías o carreteras, uno de los elementos que se desarrollan son los mapas de ruido asociados, para visualizar según una escala de colores, el posible nivel de ruido que generará el tráfico en la misma.

Estos mapas sirven para hacerse una idea, pero siempre resulta complejo percibir realmente cómo será ese ruido potencial, sin tener el sonido. Para solucionar este problema, un grupo de investigadores de SINTEF han desarrollado una herramienta de simulación capaz de generar un ruido similar al que podría esperarse cuando se construye una nueva carretera, con el tráfico estimado para la misma.

Esta simulación servirá para que vecinos y gestores urbanos puedan conocer exactamente el ruido asociado, y evaluar si entra dentro de los límites razonables, o si es necesario plantear otras alternativas, por el tipo de barrio que es (por ejemplo, cercano a hospitales o colegios). No hay que olvidar que, como ya hemos indicado en otras ocasiones, el ruido excesivo provocado por el tráfico puede tener consecuencias peligrosas para la salud de las personas.

La herramienta, que ha sido bautizada como MAUS, usa técnicas para modelar y recrear el sonido similares a las que ya se utilizan para la evaluar la acústica de salas de conciertos, con un enfoque que busca ser capaces de prevenir antes de que sea demasiado tarde (cuando las obras ya están en marcha), los escenarios que ocasionan un ruido molesto. El sistema permite, alejarse y acercarse de la zona donde se va a construir la carretera, percibiendo las variaciones de ruido asociadas, y ofreciendo una visión completa del escenario que posteriormente van a tener que soportar los vecinos y habitantes de esa zona.

Igualmente, es una herramienta idónea para poder evaluar diferentes alternativas de construcción de carreteras, en relación con el ruido, y poder comparar distintos escenarios, de una forma mucho más económica y eficaz.

Sin duda, se trata de un paso adelante que puede complementar los mapas de ruido, y convertirlos en una herramienta todavía más eficaz y comprensible.