StarChase

Un sistema para evitar persecuciones policiales peligrosas en las ciudades


Estamos acostumbrados a ver en las noticias espectaculares imágenes, a vista de helicóptero, de persecuciones policiales en coche por las calles de ciudades norteamericanas. Estas persecuciones, que parecen de película, entrañan un riesgo alto para la población. Según datos de la National Highway Traffic Safety Administration, se eleva a 360 el número de personas muertas al año en este tipo de actuaciones policiales en Estados Unidos, además de cuantiosos daños materiales.

Para tratar de evitar estos problemas, la empresa StarChase ha desarrollado un sistema, orientado al uso policial, que permite seguir a los malhechores que huyen, de forma más segura y eficaz.

La idea es disparar, de forma discreta, un proyectil especial que queda pegado a la carrocería del vehículo al que desean seguir y que posee un dispositivo GPS gracias al cual quedarán registrados los movimientos del vehículo sospechoso y podrán controlar su ubicación en todo momento desde un sistema de control.

El proyectil se lanza desde la parte delantera del vehículo policía accionado por uno de los agentes y queda pegado al vehículo sospechoso gracias a un potente adhesivo industrial. Una vez alojado en el vehículo a seguir, el GPS comienza a emitir una señal con la posición, rumbo y velocidad cada 3 segundos, información que es controlada desde las oficinas de la policía. De esta manera, los agentes que siguen al vehículo sospechoso pueden evitar persecuciones peligrosas e incluso apagar sus sirenas, tan solo han de esperar las indicaciones que desde los despachos vayan proporcionándoles mientras que el sospechoso piensa que han dejado de perseguirle.

Además, todos los datos de seguimiento se pueden descargar y utilizar como prueba en un tribunal de justicia, sin necesidad de orden judicial ya que a diferencia de otras unidades de GPS que están ocultos debajo de los coches, StarChase está a la vista.

En la actualidad, más de 15 departamentos de policía como los de Arizona o Iowa han adoptado este sistema. Según sus datos, en ninguno de los casos en los que ha sido utilizado ha resultado herida ni muerta ninguna persona.